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Un clásico de la repostería, que nunca falla y que puede ser ideal para aquellos que traten de dar sus primeros pasos con las tartas es el bizcocho de yogur. No entraña grandes dificultades en comparación con otras recetas de dulces, que por lo general suelen exigir medidas exactas de los ingredientes. Para esta elaboración nos ayudaremos de un envase de yogur para prepararla.
Sin lugar a dudas será una propuesta muy interesante para alegrar nuestros desayunos o meriendas. Mucho más saludable que cualquier producto de bollería industrial que puedas comprar en el supermercado. También se le puede sacar partido como base para otras recetas como la tarta de fresa, la tarta rellena de crema o incluso para realizar un bizcocho de chocolate si le incorporamos a la receta del bizcocho de yogur media medida de cacao en polvo.
Tan solo hay que acordarse de las proporciones (1, 2 y 3). Una vasito de yogur con aceite, dos de azúcar y tres de harina. Si a esto le añadimos un yogur natural o de limón, un sobre de levadura y tres huevos conseguiremos un bizcocho de yogur que será muy valorado por tus comensales. Como algo opciones existe la posibilidad de echarle una pizca de sal, un poco se esencia de vainilla o ralladura de un limón para aromatizar. Hay gente que en lugar del yogur natural se decanta por otro sabor como puede ser el plátano o la fresa. Eso dependerá de los gustos de cada uno.
Preparación del bizcocho de yogur
Se trata de una receta sencilla, que apenas nos llevará 40 minutos. Cinco minutos los dedicaremos a la elaboración y 35 a la cocción en el horno.
En un bol echaremos el contenido del yogur y añadimos tres huevos, una medida de aceite de girasol y dos de azúcar. Para los postres siempre recomiendan el uso del aceite de girasol, pero puedes reemplazarlo por el de oliva si consideras oportuno. Una vez que lo tengamos todo en el recipiente habrá que batir bien.
El siguiente paso consistirá en mezclar las tres medidas de harina con la levadura química, removiendo bien para que se distribuya de forma homogénea. Con la ayuda de unas varillas iremos añadiendo poco a poco la harina sobre el bol en el que tenemos el resto de ingredientes, tratando de conseguir una masa mientras batimos.
En el caso de que queramos darle un toque cítrico al bizcocho, será ahora cuando se le puede incorporar la ralladura de un limón.
Es importante prestarle atención también al horno. Mientras estamos con los ingredientes lo pondremos a precalentar a 180 grados durante diez minutos y untaremos el molde que usaremos con mantequilla en la base y en los laterales, También espolvorearemos un poco de harina por encima y retiraremos el exceso. Así conseguiremos que no se pegue el bizcocho y nos resulte más sencillo desmoldarlo.
Horneado del bizcocho de yogur
La mezcla con todos los ingredientes la verteremos sobre el molde. Trataremos de escoger uno que sea desmontable. Esta labor la haremos con bastante cuidado y ayudándonos de una espátula para rebañar bien el bol.
Será el momento de poner el molde en la bandeja del medio, con calor tanto arriba como abajo, y a una temperatura de 180 grados durante 30-35 minutos, dependiendo del horno que se tenga. Es importante que durante el proceso de cocción no se abra la puerta para que no se escape el calor y se caiga el bizcocho.
En el caso de que aprecies que se tuesta en exceso en el tramo final del horneado, lo mejor es que lo tapes con un poco de papel de aluminio. Transcurridos 30 minutos se puede abrir rápidamente y comprobar si ya está hecho. Para ello nos ayudaremos de una brocheta de madera o de cuchillo, que introduciremos en la masa. Si sale limpio significará que ya está listo el bizcocho, pero cuando lo haga con restos de la masa habrá que dejarlo otros cinco minutos más y apagar el horno.
La presentación final del bizcocho
Una vez que lo sacamos del horno habrá que dejar el bizcocho de yogur atemperando en el molde. A continuación procedemos a desmoldarnos y nos ayudaremos de un cuchillo para hacerlo. Con la hoja del revés iremos separando el bizcocho de los bordes del molde.
Dejaremos que acabe de enfriar sobre una rejilla para que de esta manera no coja humedad. Puedes espolvorear algo de azúcar glass, pero también puedes comerlo sin nada, que estará muy rico.
Los más golosos suelen acompañarlo de una mermelada casera u optan por abrirlo a la mitad y rellenarlo de crema pastelera o crema de cacao.
En cuanto a las bebidas que mejor encajan con el bizcocho de yogur se encuentran la leche fría, un café con leche o cualquier infusión que sea de nuestro agrado.